jueves, 6 de agosto de 2009

ARTE DE LOS EGIPTO

ARTE DEL ANTIGUO EGIPTO







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Dos son quiz� los aspectos m�s llamativos del arte egipcio, que se desarroll� a lo largo de 3000 a�os.

Por una parte el anonimato de sus creadores y por otra el estilo independiente.

Efectivamente el artista egipcio no est� reconocido, es la figura del rey la que ha llegado hasta nosotros.

Las mayores expresiones de arte nos llegan a trav�s de la figura del fara�n que era quien encargaba los trabajos, mientras que el ejecutor de las obras permanece casi siempre en el anonimato.

Por otra parte el arte egipcio, con 3000 a�os de expresiones art�sticas, nunca se vio influenciado ni por los acontecimientos hist�ricos ni por tendencias extranjeras, m�s bien todo lo contrario.

Fueron los invasores quienes se vieron influenciados por las expresiones egipcias.

El arte egipcio est� influenciado profundamente por la religi�n y por el centralismo pol�tico que trata de exaltar el poder absoluto de los reyes y la grandeza de su imperio. Como en la vida cotidiana el egipcio estaba altamente influenciado por sus creencias en el M�s All� y fundamentalmente por el concepto de eternidad y durabilidad, y fueron estas ideas las que determinaron su producci�n art�stica.

El egipcio cre�a que el alma vive en los alrededores del cuerpo, el difunto era rodeado del ajuar funerario y de ushebits, que son sus dobles y sus ayudantes en la otra vida, por que tienen el poder de animar lo inanimado. Para el egipcio hay posibilidades de felicidad en la otra vida.

En Mesopot�mica el muerto lleva una existencia m�s desgraciada y si es olvidado por sus familiares pasar� desgracias en el M�s All�, de ah� la existencia de un arte funerario egipcio frente al arte m�s severo de Mesopot�mica.

El artista era normalmente un funcionario al servicio del estado o de los templos. El oficio era aprendido en escuelas que ense�aban los c�nones establecidos y normalmente pasaba de padres a hijos.

Aunque el artista era an�nimo, no firmaba sus obras y muy pocos nombres han llegado hasta nosotros, no lo era para sus contempor�neos y algunos estaban altamente reconocidos como lo prueba la decoraci�n de algunas tumbas de artistas.

Pero el artista no tiene independencia en su creaci�n, todo lo que creaba deb�a estar de acuerdo a unos c�nones, es por tanto falto de originalidad.

Como ya observ� Plat�n el arte es repetitivo, se emplean los mismos colores, los mismos esquemas durante siglos.

Cuando hablamos de arte egipcio, debemos abstraernos del concepto propiamente dicho.

El egipcio no entend�a el arte como podemos hacerlo nosotros en la actualidad.

Los objetos no se creaban con una intencionalidad propia del artista.

Para todos nosotros el arte incluye reglas que permiten hacer las cosas bien, pero sobre todo es belleza, por que lo que confiere a un objeto su valor art�stico es el hecho de estar bien hecho, m�s que el sentido pr�ctico para el que se ha creado.








Ahora bien el artesano egipcio, y decimos artesano por que no exist�a diferencia entre el creador de vasijas y el pintor de sarc�fagos en cuanto a t�rmino art�stico, hace las cosas en su sentido pr�ctico.

Muy pocas obras fueron producto del "arte por el arte".

Un obelisco se crea por que representa el camino hacia el cielo, una pir�mide o una mastaba es ante todo el lugar de residencia de los difuntos y los relieves e las tumbas tienen un sentido m�gico y religioso.

Obviamente tampoco podemos excluir el sentido de belleza de las manifestaciones egipcias, pues en ese caso ni los templos ni la orfebrer�a por ejemplo entrar�a en el concepto, pero lo que se exig�a era que un objeto realizase la funci�n primaria para la que fue concebido y posteriormente que la ejecuci�n resultase lo m�s perfecta y bella posible.

En arquitectura se construyen grandes monumentos (palacios, templos y tumbas), en escultura lo mas destacable es el relieve por que responde a una serie de convencionalismos para representar las 3 dimensiones y el efecto de profundidad.

El cuerpo se divide representando cada una de las partes de la forma que parece m�s expresiva; el ojo de frente, la cara, piernas y pies de perfil, el busto de frente y con el tiempo este se colocar� en 3/4.

El relieve se caracteriza por una altura jer�rquica de las figuras representadas, composici�n por filas para evitar la perspectiva, �rboles ca�dos de lado y casa vistas como un armario abierto.

En la escultura no se trata de representar formas realistas sino respondiendo a un canon ideal.

S�lo Ajenat�n trat�, durante su reinado, de crear un arte mas libre y sincero disminuyendo la idealizaci�n en el estilo Amarna.

Los labios se representan m�s gruesos, se alargan los cuellos o se crean vientres abultados.






PRINCIPIOS DEL ARTISTA

Hemos visto en la introducci�n que el arte egipcio es falto de originalidad, repetitivo a lo largo de los siglos, debido a una falta de creatividad del artista, funcionario al servicio de los templos o los reyes.

Efectivamente el artesano (No existe t�rmino que identifique al artista ) debe crear seg�n unas normas y c�nones ya establecidos y vigentes durante siglos.

Esto se traduce en unos principio b�sicos de creaci�n.

Podemos , entonces hablar de:

Representaci�n bi-dimensional

Frontalidad

Falta de perspectiva

Horizontalidad






Todos sabemos reconocer el arte egipcio, fundamentalmente los relieves y pinturas, aunque no distingamos los per�odos hist�ricos.

A nadie se le escapa ninguna de las caracter�sticas anteriores que convierten al arte egipcio en un arte conceptual, no perceptivo.

Los factores anteriores no dejan de presentar problemas a la hora de representar ciertos objetos.

�Qu� hacer cuando un objeto incluye otro en su interior?.

El artista lo arreglaba representando el interior sobre el exterior.

La verticalidad de los conjuntos decorativos, como jardines se representaba aplicando la horizontalidad a todo el conjunto.

Cuando vemos una pintura observamos una clara falta de perspectiva.

Todos los relieves y pinturas se creaban en l�neas horizontales de mayor a menor tama�o que, aunque a quien lo observa no le da ninguna sensaci�n de profundidad sino mas bien de secuencialidadd de escenas se consigue aplicar el concepto.

Las l�neas superiores de menor tama�o representan el fondo de la imagen y las inferiores los primeros planos.

El artista dibuja los objetos de frente, pero no todos.

Si observamos los retratos vemos que el cuerpo se divide representando cada una de las partes de la forma que parece m�s expresiva; el ojo y los hombros de frente, la cara, piernas pies, ombligo y senos de perfil y el busto de frente, aunque con el tiempo se colocar� en 3/4.






Lo que se persigue no es la diferenciaci�n, sino el concepto.

Adem�s de estos principios que deb�a seguir el artista al realizar su obra, exist�an otros impuestos dependiendo de significado o destino de la obra.

Cuando se realizaba una imagen de un difunto para la tumba se le representaba reconocible, pero idealizado.

En el arte funerario, adem�s deb�an representarse ciertos animales, considerados peligrosos para el difunto, con cuchillos sobre la espalda o sin los componentes que lo hacen peligroso, p.e. los escorpiones o las serpientes que pod�an complicarle la existencia al difunto en el M�s All�.

Observamos tambi�n que existen escenas en las que los hombres aparecen de diferente tama�o aun a pesar de estar en el mismo plano.

El tama�o de las personas representadas depend�a de su nivel jer�rquico en la sociedad.

Adem�s no existen movimientos bruscos, ni siquiera en las escenas de lucha.

Los ideales de belleza dominan las caras y el f�sico.

No existen rasgos especiales y por supuesto no hay movimiento, toda la imagen es est�tica.

Pero tampoco existe movimiento en las caras con el paso del tiempo.

Se representan j�venes y casi siempre idealizados.

Los hombres se representan en color oscuro, debido a su trabajo al sol, y las mujeres en uno claro, por que pasan m�s tiempo en casa.

El empleo de los materiales tambi�n depend�a del sentido a dar a la escena.

Cuando se quer�a vincular directamente al rey con los cultos solares se empleaba la piedra roja.

Esto fue muy frecuente en el reinado de Amenhotep III y por supuesto de Amenhotep IV (Ajenaton).

Los colores estaban sujetos a una estricta normativa.

El rojo se asociaba al desierto y al dios Set, el amarillo al sol, el azul al Nilo, el negro al limo y por tanto a la fertilidad, y el verde a la fecundidad.

El cuerpo de Osiris , asociado con el M�s All�, pero tambi�n con la vegetaci�n, se representa precisamente de color verde.





Todo lo expuesto anteriormente aplica a la realizaci�n oficial del artista.

Como en la religi�n exist�a adem�s un arte cotidiano, no oficial, y era aqu� donde el artista pod�a expresar parte de su originalidad, salt�ndose cierta normativa que en la representaci�n oficial ser�a impensable.

Surgen as� ciertas manifestaciones en las que se utiliza la frontalidad en las personas o se intenta aplicar cierto movimiento a escenas de danza o lucha encontradas en algunas tumbas de gente que no pertenec�a a la "�lite social", sin contar con las pinturas y representaciones er�ticas y caricaturistas de los personajes sociales.

Extra�do de "La Tierra de los Faraones












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