
Necesitas:
- papel toalla
- vinagre blanco
- 1 huevo duro con cáscara
- 1 frasco de vidrio transparente con tapa
Instrucciones:
- Pon el huevo duro en el frasco.
- Lentamente llena el frasco con vinagre hasta que el huevo esté totalmente cubierto.
- Cierra el frasco con su tapa y deja que repose por una semana.
- Pasada una semana, saca el huevo del recipiente y sécalo con papel toalla.
Como el vinagre es un ácido, disuelve la cáscara del huevo y le da a este una nueva textura. Trata de hacer rebotar al huevo: verás que es casi como una pelota. Eso sí: no lo tires desde muy alto ni muy fuerte.
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